Tuesday, February 16, 2010

una selección de Rimas

XXXI

Nuestra pasión fue un trágico sainete

en cuya absurda fábula

lo cómico y lo grave confundidos

risas y llanto arrancan.

Pero fue lo peor de aquella historia

que al fin de la jornada

a ella tocaron lágrimas y risas

y a mí, sólo las lágrimas.

XXXVIII

¡Los suspiros son aire y van al aire!

¡Las lágrimas son agua y van al mar!

Dime, mujer, cuando el amor se olvida,

¿sabes tú a dónde va?

XLI

Tú eras el huracán y yo la alta

torre que desafía su poder:

¡tenías que estrellarte o que abatirme!

¡No pudo ser!

Tú eras el océano y yo la enhiesta

roca que firme aguarda su vaivén:

¡tenías que romperte o que arrancarme!

¡No pudo ser!

Hermosa tú, yo altivo: acostumbrados

uno a arrollar, el otro a no ceder:

la senda estrecha, inevitable el choque...

¡No pudo ser!

XLIX

Alguna vez la encuentro por el mundo

y pasa junto a mí,

y pasa sonriéndose y yo digo

¿Cómo puede reír?

Luego asoma a mi labio otra sonrisa

máscara del dolor,

y entonces pienso: -Acaso ella se ríe,

como me río yo.

LII

Olas gigantes que os rompéis bramando

en las playas desiertas y remotas,

envuelto entre la sábana de espumas,

¡llevadme con vosotras!

Ráfagas de huracán que arrebatáis

del alto bosque las marchitas hojas,

arrastrado en el ciego torbellino,

¡llevadme con vosotras!

Nubes de tempestad que rompe el rayo

y en fuego ornáis las desprendidas orlas,

arrebatado entre la niebla oscura,

¡llevadme con vosotras!

Llevadme por piedad a donde el vértigo

con la razón me arranque la memoria.

¡Por piedad! ¡Tengo miedo de quedarme

con mi dolor a solas!


 

--Gustavo Adolfo Bécquer


 

1 comment:

  1. Entonces ya se termina? Y los detalles? Ya empiezas la vida nueva. . .

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